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Para sus abuelos, a Lucio le firmaron «la sentencia de muerte» y esperan «condena ejemplar»

La abuela de Lucio Dupuy, el niño de 5 años asesinado en noviembre de 2021 en la ciudad pampeana de Santa Rosa, expresó hoy su confianza en que la Justicia dicte «una condena ejemplar» para la madre de la víctima y su pareja cuando el 2 de febrero próximo dé

La abuela de Lucio Dupuy, el niño de 5 años asesinado en noviembre de 2021 en la ciudad pampeana de Santa Rosa, expresó hoy su confianza en que la Justicia dicte «una condena ejemplar» para la madre de la víctima y su pareja cuando el 2 de febrero próximo dé a conocer el veredicto en el juicio en el que ambas están acusadas del homicidio, al tiempo que responsabilizó a la jueza de menores que les otorgó la tenencia por ser quien le firmó «la sentencia de muerte».

«Sé que les van a dar una condena ejemplar porque este caso resonó y estamos bajo los ojos de la Argentina y del mundo. Hay mucha gente dolida por la injusticia», dijo Silvia Gómez, abuela paterna de Lucio, al referirse a la madre de su nieto, Magdalena Espósito, y la pareja, Abigail Páez.

A diez días de que se conozca si la Justicia declara o no la culpabilidad de ambas acusadas, Gómez dijo a una radio de Santa Fe que «a Lucio no lo mataron hace un año, a Lucio lo mataron ayer, porque es el mismo sufrimiento y dolor, y más en los últimos días» en los que se recrearon en los medios las declaraciones que hicieron en el juicio «estas asesinas como queriéndose salvar con mentiras».

Gómez criticó además a la jueza Ana Clara Pérez Ballester, titular del juzgado de la Familia y del Menor número 1 de General Pico, por ser en su opinión quien «le firma la sentencia de muerte» a su nieto al devolverle la tenencia a su madre.

«Era una situación difícil porque ella (Espósito) hacía denuncias falsas hasta que la jueza le revoca la tenencia. Esta jueza es la que firma un papel y le firma la sentencia de muerte a mi nieto, porque no le hace un seguimiento ni sabía del caso», indicó Gómez.

La mujer contó que está trabajando «en que salga la Ley Lucio para tratar de contener a esas familias con un asesoramiento», en referencia a los casos que podrían ser considerados similares al de su nieto con niños víctimas de maltrato infantil.

«Fue una cadena de culpables que llevaron a que mi nieto esté donde está. Le prometimos a mi nieto que no iba a haber otro Lucio y a partir de eso decidimos transformar nuestro dolor en lucha», concluyó Gómez.

Por su parte, Ramón Dupuy, abuelo paterno de Lucio y esposo de Gómez, dijo que si bien él ya no espera Justicia, sabe que la sociedad aguarda que ambas mujeres reciban la pena de prisión perpetua.

«No espero nada porque estas asesinas a Lucio no me lo devuelven. Den lo que les den, no me lo devuelven a Lucito, pero lo que sí sé es que la sociedad espera lo que se merecen, la prisión perpetua», expresó.

Al igual que su mujer, Dupuy habló de la existencia de más responsables en lo sucedido con su nieto, al aseverar que las áreas de «salud, educación, la policía y los vecinos hicieron la vista al costado con lo que le tocó vivir a Lucio».

También tuvo un párrafo dedicado la jueza de menores: «La jueza Ana Pérez Ballester sentenció a muerte a Lucio al darle la tenencia a estas dos asesinas. Si hubiera hecho su trabajo, se habría dado cuenta que lo pidieron para cobrar los beneficios sociales que había en la pandemia y que nunca les había interesado mi nieto.».

Ramón contó que por «recomendación del abogado» no asistieron a todas las audiencias del juicio que se llevó a cabo en Santa Rosa y que concluirá con el veredicto y sentencia la semana próxima, ya que lo que se iba a escuchar les iba a «hacer mal».

El 22 de diciembre último, la fiscalía que interviene en el juicio pidió que la madre de la víctima y su pareja sean declaradas culpables del «homicidio calificado y abuso sexual», delitos que prevén la prisión perpetua.

Por su parte, la querella introdujo en su acusación el agravante de «odio de género»; y reclamó las mismas condenas, mientras que las defensas, en cambio, plantearon la hipótesis de un hecho «preterintencional», es decir, cuando el agresor tiene intenciones de causar un daño pero no la muerte.

El juicio, que hasta ahora se desarrolló a puertas cerradas, ya que la víctima era menor de edad y se debatía un delito contra la integridad sexual, se hizo en la sede de la Ciudad Judicial de Santa Rosa y contó con la presencia de las dos acusadas que llegaron al debate en calidad de detenidas.

El debate se reanudará el 2 de febrero al mediodía, cuando se resuelva si las acusadas son culpables o no y, dependiendo de ello, luego se realizará una segunda audiencia para dar a conocer el monto de las penas, en caso de que se las hallara responsables de un delito que no prevea como único castigo la prisión perpetua, explicaron los voceros.

De acuerdo a la acusación, ambas imputadas «agredieron físicamente, en forma conjunta» a Lucio entre las 17.30 y las 19.40 del 26 de noviembre de 2021 en la casa en la que vivían en Santa Rosa, ocasionándole múltiples lesiones; y señaló que esas lesiones le provocaron la muerte luego de un período de agonía.

Según la autopsia, el niño «presentaba politraumatismos por golpes, mordeduras y quemaduras, de vieja y reciente data» y que el deceso se produjo por una «hemorragia interna», producto de las agresiones.

Tras la muerte de Lucio se determinó que el niño había sido asistido al menos cinco veces en un lapso de tres meses por politraumatismos en distintos centros asistenciales de La Pampa, aunque no había denuncias de profesional alguno al respecto, como así tampoco de las autoridades del jardín de infantes al que asistía.

Al declarar como acusada en el juicio, Páez reconoció que golpeó a Lucio: «Cuando llegué a la casa, lo vi a Lucio que se estaba mandando un moco. No importa qué, porque no viene al caso. Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí dónde la verdad, ni sé por qué tampoco», contó.

«No le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía. Se bañó parado. El me intentaba hablar, como para decir algo, pero no le salían las palabras», agregó sobre el estado del niño.

Por su parte, la madre de Lucio, Espósito Valenti, dijo que esa mañana al salir de su casa lo dejó «con vida» al cuidado de su novia y que al día de hoy sigue «sin poder creer» lo ocurrido.

Además apuntó al padre de Lucio, al asegurar que «en todo momento se desentendió de la criatura», tras lo cual agregó: «Tampoco es verdad que Lucio no tenía contactos familiares. Tenía contactos con el progenitor, sus abuelos, mi familia y la de Abigail. Si ellos no quedaron conformes con esos contactos será porque no se esmeraron en tenerlos más».

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